Contaminación y salud

Tenemos en Veracruz abundancia de agua, pero casi todos los ríos están contaminados. No nos hemos dotado en México de leyes y mecanismos efectivos de vigilancia ciudadana que aseguren que las industrias traten sus aguas servidas para reusarlas, en ciclo cerrado, en lugar de contaminar los arroyos y ríos. Las plantas de tratamiento de las ciudades pocas veces funcionan bien, mientras las poblaciones pequeñas van “equipándose” con sistemas de drenaje que acaban contaminando sus cuerpos de agua.

La vida cotidiana y la alimentación se van llenando de conservadores, colorantes, productos de limpieza, cosmética, medicamentos, solventes y miles de sustancias químicas, sin que una supervisión adecuada pueda seguirle el ritmo a este diluvio, y la consecuencia es que todo el tiempo aparecen nuevas enfermedades. Paralelamente, van llenándose los bolsillos quienes venden estas sustancias.

Para cuidar la salud de nuestros ecosistemas, necesitaremos modificar las políticas de desarrollo tecnológico y adopción de innovaciones, asegurar una vigilancia independiente de lo que hacen autoridades y empresas, y modificar nuestros hábitos cotidianos. Hay en esta historia grandes culpables, pero al mismo tiempo tod@s tenemos alguna vela en este entierro, ¿no?