Publicado en La Jornada Veracruz. Liga original: http://www.jornadaveracruz.com.mx/Nota.aspx?ID=131101_054400_811
Desde hace meses corren rumores sobre la construcción de una presa sobre el río La Antigua, para traer agua a Xalapa. En este periodo han hecho presencia en dicha cuenca visitantes que llegan a presionar a los pobladores para comprar terrenos. Por fin, el 30 de octubre, representantes de la empresa trasnacional Odebrecht ofrecieron información sobre el proyecto llamado ahora Presa La Antigua o Proyecto de Propósitos Múltiples Xalapa (Gaceta Legislativa Nº 142, marzo 2012). Cabe señalar que Odebrecht impulsa en varios países del mundo proyectos para la producción de energía (presas hidroeléctricas y biocombustibles).
No se ha dado a conocer el proyecto en su integralidad, a pesar de la solicitud que en ese sentido han hecho autoridades municipales de Jalcomulco y municipios aledaños. No es posible, por lo tanto, emitir una opinión plenamente fundamentada. Sin embargo, aquí adelantamos algunas consideraciones y preguntas que deben ser respondidas por los promoventes del proyecto para que la ciudadanía, incluyendo los expertos, puedan formarse una opinión seria y fundamentada, y existan elementos para la toma de decisiones al respecto.
Un primer hecho a tener en mente es que en marzo de 2013 la Legislatura veracruzana saliente autorizó al Poder Ejecutivo del Estado para llevar a cabo el Proyecto de Propósitos Múltiples Xalapa, a través del esquema de Proyecto para la prestación de servicios. El gobierno del estado recibió autorización para invertir hasta 355 millones de pesos (Gaceta Legislativa 162).
¿A qué necesidad corresponde o qué problema busca resolver el proyecto planteado? Se dice que para cubrir un déficit de agua potable en Xalapa. Todos sabemos que en ocasiones existe el tandeo. Pero ¿se debe a la falta de agua? ¿o más bien a las fugas en la red de distribución y a las dificultades para proveer del líquido a la zona norte de Xalapa, la de menos ingresos económicos, donde no hay red de distribución, por falta de recursos para instalarla o por su ubicación en las partes más altas?
Para cualquier persona con un mínimo de sentido común, resulta sorprendente que pueda faltar agua en una ciudad con una precipitación anual de 1, 800 mm. con manantiales que se derraman sobre las calles. El primer problema es sin duda la falta de planeación urbana que propicia la expansión de la ciudad, no tanto para cubrir necesidades reales de vivienda, sino para favorecer los intereses del gran capital inmobiliario. Vale la pena preguntar también si las familias y empresas de más ingresos están pagando por el líquido tarifas justas, en relación con sus niveles de consumo y desperdicio.
La única “racionalidad” que podría explicar que se busque traer agua desde lejos y bombearla desde los 500 hasta los 1400 metros sobre el nivel del mar, es la lógica del lucro. En las obras de infraestructura se hacen grandes negocios.
Las alternativas están a la vista. En 2010 un estudio de Organización de las Naciones Unidas (ONU) Hábitat, el gobierno del estado y el ayuntamiento de Xalapa propuso, entre otras medidas, conservar el agua, captar agua de lluvia, promover nuevas formas y hábitos de consumo del agua y realizar programas para conservación, fortaleciendo la renovación de la infraestructura para evitar pérdidas por fugas. El propio Director de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS) en abril de 2012 expresaba que “antes de tener una nueva fuente de abastecimiento hay que optimizar el recurso existente, cuidarlo y hacer un uso adecuado del mismo e invertir en el uso de nuevas tecnologías tanto en las líneas de conducción como en los hogares para disminuir las fugas o desperdicio. Si antes no corregimos lo que está mal, al paso de unos años esa fuente de abastecimiento tampoco alcanzará y habrá que buscar una más y ya para entonces será casi imposible encontrarla”. (La Jornada, 8 de abril de 2012). Toda el agua del mundo no alcanzará si la echamos a un barril con miles de agujeros.
Sería importante considerar el costo comparativo de otras opciones señaladas anteriormente por la ONU, el propio ayuntamiento de Xalapa y el gobierno de estado como las opciones para resolver las necesidades de agua de Xalapa como son:
• Fortalecer la renovación de la infraestructura para evitar pérdidas por fugas.
• Proteger el bosque y reforestar en las cuencas abastecedoras.
• Establecer receptáculos de agua, que permitan la captación de agua pluvial y de arroyos.
• Introducir en edificios públicos el uso de redes de aguas pluviales.
• Reducir la demanda de agua y reciclar aguas residuales.
Para bombear el agua hasta Xalapa se pretende generar energía eléctrica en esta presa sobre La Antigua, “generando así además de la venta de su excedente a grandes consumidores a través del esquema de autoabastecimiento”. Hoy día la construcción de presas hidroeléctricas, más que corresponder a necesidades regionales, obedece a una lógica extraregional. Las reformas neoliberales a las leyes de generación de energía eléctrica permiten hoy que empresas privadas produzcan energía en una región para consumirla en otra, utilizando la red y las subestaciones de carácter público. Esto equivale de hecho a una privatización del agua. Se ponen ecosistemas enteros al servicio de los intereses de lucro.
A reserva de contar con más información de parte de los promoventes del proyecto (entre quienes hay que incluir no sólo a la transnacional Odebrecht sino a nuestros gobernantes y legisladores), lo que cabe exigir (y, de hecho, se exige en las Manifestaciones de Impacto Ambiental) es una demostración cabal de que la mejor opción es llevar a cabo una obra con un costo de 7 mil millones de pesos en comparación con el costo de las medidas señalas más arriba. Se nos quiere convencer de que esto es “modernización”, pero no olvidemos que en muchos países desarrollados no sólo ya no se construyen represas sino que varias de ellas están en proceso de desmantelamiento. En muchos lugares se ha demostrado que los impactos ambientales y socioeconómicos han sido de envergadura.
Hay muchos elementos para considerar que las verdaderas razones para construir la presa de Propósitos Múltiples Xalapa están relacionadas con el negocio de la energía y del agua. Es imperioso detener este tipo de proyectos, por sus graves efectos ambientales, sociales y económicos, reiteradamente señalados por la Comisión Mundial de Represas.
Estemos alertas.